Lo que parecía hace unos años la aventura de unos cuantos valientes sin mucho que perder, pero con todo por ganar se ha convertido en la historia de un proyecto lleno de éxitos, dónde lo verdaderamente importante es hacer bien nuestro trabajo para tener a un cliente satisfecho con todas las garantías de que en cada proyecto está el sello de nuestra llama, elemento que hace que cada empresa que entra por la puerta de nuestra oficina salga reforzada para el futuro.
Los premios al final son premios y nos dan el renombre y el éxito, pero lo importante son los que detrás de esto, apuestan por nosotros, los que nos traen campañas mucho antes de que lleguen los reconocimientos. Ese será siempre nuestro mayor trofeo.
Dicho esto, hace unos días estuvimos en Barcelona de la mano de nuestro director de cuentas Juanjo en la Gala de los Premios Anuaria para recoger el Premio selección Anuaria a la mejor campaña de comunicación comercial por nuestro trabajo con el Museo Thyssen en “¡Qué arte tienes, Carmen!
La idea consistió en exponer en el parking municipal de Plaza Camas una serie de obras de la colección Carmen Thyssen con lugares emblemáticos de la ciudad. El objetivo era situar las obras en un sitio de concurrencia elevada para así, visibilizar la colección permanente del museo.
Pero, como hemos dicho antes, lo importante es estar del lado de las empresas que apuestan por nosotros y donde más se aprende es en las derrotas, por eso también queremos hacer mención a nuestra campaña para Casa Kiki:“vuelve Gerardo, el ‘hablarápido’ de ANHQV” que fue finalista en los Premios Agripina dentro de la categoría radio, a través de una cuña en la voz de Jaime Ordoñez.
La esencia de todo esto son las empresas que apuestan por nosotros antes de cualquier reconocimiento, son ellos los que deciden dejar su marca en nuestras manos para que seamos los narradores de las historias que componen todo lo que hay detrás. El mayor premio para nosotros y que nos garantiza el sello de calidad de la llama, son esas sonrisas y felicitaciones después del duro trabajo.
Gracias al Museo Thyssen de Málaga por confiar en nosotros, especialmente a Aurora Rivas, Javier Ferrer y Alberto Gil, a la organización de Veredicta Anuaria y no menos importante, a Mateo García de Narita Estudio por confiar en nosotros y la calidad de nuestro trabajo. El año que viene seguro que nos traemos una cabra para que haga compañía a nuestra llama.
Gracias a toda la familia de Casa Kiki porque sois una parte nuclear de nuestra actividad y no hay mayor felicidad que veros crecer.
Y, por último, gracias a todo el equipo de icbrg estudio gráfico, todos sois parte fundamental y responsables del éxito en estos 20 años y no podría ser lo mismo sin vosotros. Esto solo nos motiva a seguir creyendo en nosotros y en lo que hacemos. Así que, que nadie tenga dudas, el año que viene ¡Volveremos!